top of page

Del poder a la prisión: la caída de Iván Name y Andrés Calle sacude los cimientos del Congreso colombiano

  • Rosa Hernández
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura

Iván Name y Andrés Calle, quienes hasta hace poco presidían el Senado y la Cámara de Representantes, fueron capturados en un escándalo de corrupción que desnudó los vínculos entre poder legislativo, recursos públicos y campañas electorales. Hoy, ambos figuran no como líderes del Congreso, sino como protagonistas de una trama de sobornos que amenaza con fracturar la legitimidad del gobierno nacional.



Según la Fiscalía, Name y Calle habrían recibido al menos cuatro mil millones de pesos a cambio de facilitar el trámite de reformas sociales impulsadas por el presidente Gustavo Petro. Una acusación que no solo pone en entredicho la transparencia del proceso legislativo, sino que levanta graves sospechas sobre el papel del Ejecutivo en estos hechos.


Una alianza impensada forjada en la sombra


Aunque de orillas políticas e ideológicas distintas, el veterano Iván Name —con más de cuatro décadas en la vida pública— y el joven Andrés Calle —con apenas 30 años— encontraron un punto en común: el uso del poder legislativo para fortalecer sus proyectos familiares. Ambos habrían destinado parte de los recursos ilícitos a financiar campañas políticas de sus parientes más cercanos. Name impulsó a su hija al Concejo de Bogotá; Calle, a su hermano hacia la gobernación de Córdoba.


Los resultados fueron mixtos: mientras María Clara Name sí logró una curul, Gabriel Calle fue derrotado. Pero el precio de ese intento por perpetuar sus linajes ya está saliendo caro.


Corrupción en la Ungrd: el nuevo epicentro del escándalo político nacional


El caso gira en torno a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), entidad que ha estado en el centro de otras denuncias por manejo irregular de contratos. En esta ocasión, las investigaciones apuntan a que los sobornos provinieron de recursos públicos manejados por dicha institución.


Aunque aún no hay pruebas directas que comprometan al presidente Petro, la conexión entre sus reformas y los pagos ilegales mantiene al Ejecutivo bajo fuego político.



Efecto dominó: el Congreso queda herido y la coalición oficialista tambalea


El uso de la figura de la “silla vacía” implica que ni el petrismo podrá reemplazar a Calle en la Cámara, ni la oposición podrá cubrir el escaño dejado por Name en el Senado. El resultado: un Congreso más fragmentado y debilitado, en medio de un periodo legislativo clave para el futuro de las reformas sociales del gobierno.


Mientras tanto, la ciudadanía asiste con escepticismo a otro capítulo de la crónica de la corrupción política en Colombia, donde los discursos progresistas y los rostros jóvenes terminan, una vez más, contaminados por las viejas prácticas del clientelismo y el tráfico de influencias.


¿Quién controla el Congreso ahora?


La detención de Name y Calle plantea una pregunta crucial: ¿quién liderará el Legislativo en medio de esta crisis institucional? El vacío de poder, sumado al debilitamiento de las bancadas, puede retrasar aún más las discusiones clave en salud, pensiones y reforma laboral.


El país no solo observa cómo se derrumba la imagen de dos de sus congresistas más influyentes, sino cómo una promesa de transformación política se desvanece entre contratos, sobornos y traiciones.

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page