¡Cuidado! Esta llamada podría vaciar su cuenta bancaria en segundos: las frases que nunca debe decir

Una simple conversación telefónica puede convertirse en una trampa perfecta. Así operan las redes criminales que, con solo un par de frases inocentes de su parte, pueden dejarlo sin un solo peso en su cuenta bancaria.

En la era de la inteligencia artificial y la suplantación de identidad digital, una palabra grabada puede valer más que una firma. Los delincuentes están afinando sus métodos y cada vez necesitan menos información para cometer fraudes millonarios.

¿Cómo funciona esta nueva modalidad?

Todo comienza con una llamada inesperada. Al otro lado de la línea, una voz amable, profesional o incluso angustiada, lo saluda con un discurso cuidadosamente estructurado. Pueden hacerse pasar por un banco, una empresa de envíos, una entidad gubernamental o incluso un familiar en problemas.

En medio de la charla, sin que usted lo note, cae en la trampa de decir frases como: “Estoy de vacaciones”, “No estoy en casa” o simplemente “sí”. Esas expresiones, aparentemente inofensivas, pueden ser manipuladas con inteligencia artificial para clonar su voz y suplantar su identidad.

¿Qué hacen con su voz?

Con esas grabaciones, los estafadores simulan su autorización para hacer transacciones, solicitar préstamos, abrir cuentas o desbloquear servicios. En otros casos, usan frases como “no estoy en casa” para crear falsas alertas de robos y exigir consignaciones inmediatas por supuestas emergencias en su hogar.

La voz se ha convertido en una nueva huella digital y los estafadores lo saben.

Lo que nunca debe decir en una llamada sospechosa:

• “Sí”

• “Correcto”

• “Estoy de vacaciones”

• “No estoy en casa”

Estas palabras, si son grabadas, pueden ser su boleto directo a una estafa.

¿Cómo protegerse?

Los expertos en ciberseguridad recomiendan:

✅ Evitar respuestas afirmativas directas.

✅ No compartir información personal o financiera por teléfono

✅ Ante cualquier duda, colgar y comunicarse directamente con su banco.

✅ No confiar en llamadas inesperadas, incluso si el número parece legítimo.

Además, ante cualquier intento de fraude, la denuncia es clave. Acudir a las autoridades o a las líneas de atención habilitadas para reportar estos casos puede frenar el avance de estas mafias digitales y evitar que otras personas sean víctimas.