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¿David Racero, representante del cambio, pero de Corruptos?

  • Foto del escritor: TVCUCUTA
    TVCUCUTA
  • 23 may
  • 2 Min. de lectura

El representante a la Cámara David Racero, una de las figuras visibles del Pacto Histórico, está bajo el foco de la Corte Suprema de Justicia por presuntas prácticas de clientelismo, tráfico de influencias y posible uso indebido de recursos públicos. Nuevas pruebas reveladas agravan la ya cuestionada conducta del congresista, quien habría negociado puestos en el SENA para beneficiar a personas de su círculo cercano, incluyendo a su propio tío.



Hace un año, se conoció que Racero tenía contratado con dinero público a Leonardo García, quien, en vez de cumplir funciones legislativas, atendía un minimercado Fruver propiedad del congresista. Este hecho generó indignación, pero no era más que la punta del iceberg.


La conversación que lo compromete


Una serie de chats de WhatsApp entre Racero y el entonces director del SENA, Jorge Londoño, pone en evidencia un esquema de presunta repartija de cargos. En uno de los mensajes, Racero pide directamente:

“¿Crees viable que los puestos del Centro Democrático nos los den a nosotros en el Cesar, de OPS?”

La respuesta de Londoño fue afirmativa y, entre risas, le sugirió dejarle algo “a los verdes”. Racero, lejos de ocultar su intención, preguntó:

“¿Le puedo decir a mi tío que hable con el director regional sobre eso?”

Londoño no dudó:

“Claro que sí”.

La estrategia para “tomarse” el SENA


En audios y mensajes posteriores, Racero detalla el plan: nombrar encargados afines a su movimiento, sacar a los actuales subdirectores y posicionar a los “de la causa” mientras se preparan los concursos oficiales. En sus propias palabras:

“El director lo coloque como subdirector encargado… y ya lo empecemos a manejar”.“Por ahora la idea es colocar encargado esos cargos, sacar los que están en ese momento y poner los nuestros”.“Necesitamos una persona que ya esté dentro del SENA… que tú conozcas y que se le mida a ser subdirector”.

¿Un negocio familiar?


Uno de los puntos más graves aparece cuando Racero menciona abiertamente que la propuesta incluye a su tío:

“La propuesta es para mi segundo nivel… y para mi tío… Serían de manera independiente… mi tío y yo, por ejemplo”.

Estas frases dejan abierta la posibilidad de un negocio privado disfrazado de contratación pública, algo que deberá esclarecer la Corte Suprema.


¿Y ahora qué?


La Corte Suprema de Justicia avanza en la investigación para determinar si Racero incurrió en delitos como tráfico de influencias y corrupción al gestionar puestos públicos a cambio de favores políticos. Las pruebas en su contra –comunicaciones, audios y testimonios– ya están sobre la mesa.


¿Hasta dónde llegará esta trama de cuotas políticas y favores familiares?

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