Denuncian a Monseñor. ¿Señor Obispo Mala paga?
- TVCUCUTA
- 30 sept
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Un fuerte revuelo se ha desatado en los círculos eclesiásticos y judiciales de Colombia tras la denuncia presentada contra monseñor José Libardo Garcés Monsalve, obispo de Cúcuta, y su hermano, Mario Garcés, por presunto fraude que superaría los 1.000 millones de pesos. La acusación proviene del sacerdote Julio César Quintero, de la Arquidiócesis de Manizales, quien asegura haber sido víctima de engaño y ruina económica.

Según Quintero, la relación de amistad con Garcés Monsalve desde los años de seminario lo llevó a confiar en la familia, realizando 153 préstamos entre 2018 y 2021, respaldados por letras de cambio y consignaciones bancarias. Lo que comenzó como un préstamo inicial de 20 millones para la compra de una vivienda, según relata el sacerdote, terminó creciendo hasta superar los 1.017 millones con intereses.
Actualmente, el caso se encuentra en el Juzgado Quinto Civil de Manizales, con mandamiento de pago contra Mario Garcés. Pese a esto, la supuesta insolvencia del hermano del obispo ha impedido que el sacerdote recupere el dinero, dejándolo con más de 250 millones en deudas personales.
La versión del obispo
Frente a las acusaciones, el obispo de Cúcuta emitió un comunicado negando cualquier responsabilidad financiera personal: “No tengo ninguna deuda con el padre Quintero, ni he actuado como fiador o codeudor en ningún préstamo o negocio familiar”, aseguró.
Además, señaló que desconocía los manejos económicos de sus hermanos y que su intervención siempre fue limitada a advertencias sobre los riesgos de aceptar préstamos con intereses elevados, basadas en denuncias previas en 2015 contra el sacerdote Quintero.
El obispo resaltó que la Diócesis de Cúcuta no debe involucrarse en asuntos financieros privados y que cualquier obligación económica que sus familiares hayan asumido no compromete su gestión ni la Iglesia.
Impacto y consecuencias
Más allá del dinero, la denuncia ha puesto en evidencia la crisis de confianza y credibilidad dentro de la Iglesia colombiana, especialmente en relación con la gestión ética de sus altos miembros. Quintero solicita una reparación parcial, no la totalidad del dinero prestado, para poder saldar sus deudas y restituir lo aportado por su familia.
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