Director de Chat GPT pide canoa por aplicación con imágenes Studio Ghibli

La moda de convertir fotos en ilustraciones inspiradas en Studio Ghibli ha estallado en las redes sociales, impulsada por la nueva herramienta de generación de imágenes de ChatGPT con el modelo GPT-4o. Lo que comenzó como una simple curiosidad se transformó en un fenómeno viral que ha conquistado a millones de usuarios en todo el mundo.

De la curiosidad a la saturación global

Desde su lanzamiento, la capacidad de GPT-4o para convertir rostros reales en versiones animadas ha generado una ola de contenido en plataformas como X, Instagram y Facebook. Figuras públicas, celebridades, memes y usuarios comunes han participado en la tendencia, llenando el internet con versiones animadas de sí mismos y de personajes icónicos.

Sin embargo, la demanda ha sido tan abrumadora que Sam Altman, CEO de OpenAI, tuvo que intervenir. A través de su cuenta en X, expresó su sorpresa y anunció la implementación de restricciones temporales debido a la sobrecarga de los servidores:

"Es muy divertido ver a la gente amar las imágenes en ChatGPT, pero nuestras GPU se están derritiendo. Vamos a introducir temporalmente algunos límites de velocidad mientras trabajamos para hacerlo más eficiente", escribió Altman, agregando que los usuarios de la versión gratuita pronto solo podrán generar tres imágenes por día.

El impacto en las redes y la reacción de los usuarios

La decisión de OpenAI generó reacciones mixtas. Mientras algunos usuarios entendieron la necesidad de limitar el uso para garantizar la estabilidad del sistema, otros manifestaron su molestia por no poder seguir experimentando sin restricciones.

A pesar de los límites, el éxito de esta función ha consolidado la capacidad de la inteligencia artificial para fusionarse con la creatividad humana. Con millones de personas explorando nuevas formas de expresión visual, queda claro que la IA generativa está redefiniendo la forma en que interactuamos con la tecnología y el arte.

El furor por las ilustraciones estilo Ghibli no parece disminuir, y la gran pregunta ahora es: ¿hasta dónde podrá llegar esta fiebre creativa?