Madre de soldado secuestrado en Cúcuta clama por su liberación, tras conocer nueva prueba de supervivencia
- TVCUCUTA
- 24 may
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Segunda prueba de supervivencia confirma que los militares están con vida. Familiares exigen más apoyo del Gobierno.
La angustia sigue latente, pero esta vez acompañada de un suspiro de esperanza. En las últimas horas se conoció la segunda prueba de supervivencia de los soldados profesionales Julián Reinel Sáenz y Yimer Andrés Coral, secuestrados desde el pasado 9 de abril en inmediaciones de la Cárcel Modelo de Cúcuta. El video, fechado el 18 de mayo, muestra a los uniformados con vida, pero en poder del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que los señala de ser “espías”.
Para Blanca Gómez, madre de Yimer Andrés Coral, las imágenes fueron un bálsamo en medio del dolor: “Sentí algo muy especial, porque ya lo vi, a mi hijo… Ojalá y pronto nos lo liberen”, expresó entre lágrimas durante una entrevista en un medio nacional.
La madre del soldado denunció que, más allá de esta prueba de vida, no ha recibido apoyo directo del Gobierno nacional. Asegura que las únicas comunicaciones han llegado por parte del Ejército, aunque de manera limitada: “Del Ejército sí, algunas cosas, pocas, que nos han informado. Pero del Gobierno, nada”.
Este vacío institucional ha dejado a las familias en una incertidumbre dolorosa, mientras esperan un gesto humanitario del grupo armado y acciones concretas por parte del Estado.
El ELN y los señalamientos
El grupo guerrillero, que asumió la autoría del secuestro, sostiene que los soldados estarían cumpliendo labores de inteligencia disfrazadas de servicio militar. No obstante, hasta el momento, no han aportado pruebas de dichas acusaciones.
El ELN ha manifestado su voluntad de liberarlos, pero aún no hay fecha concreta ni detalles logísticos sobre ese proceso. Analistas señalan que estos gestos se dan en el marco del proceso de paz en curso, pero advierten que la retención de militares podría ser utilizada como ficha de presión política.
Con la voz quebrada, Blanca Gómez envió un mensaje directo a su hijo, cargado de amor y fuerza: “Lo queremos mucho, lo estamos esperando… su familia, su esposa. Su hija está muy hermosa”.
Un país que no puede normalizar el secuestro
Este caso revive los peores fantasmas del conflicto armado en Colombia: la utilización del secuestro como estrategia de presión, el abandono estatal de las víctimas y la incertidumbre de quienes esperan a sus seres queridos entre la vida y la muerte.
¿Hasta cuándo seguirán las familias esperando respuestas? ¿Qué tan comprometido está el Gobierno con el rescate y la protección de sus soldados?
Mientras tanto, dos uniformados siguen en manos de la guerrilla y dos familias enteras viven día a día con el alma en vilo.


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