¿Debate presidencial o riña callejera? Quintero y De la Espriella se van a los insultos

En lugar de propuestas, lo que hoy abunda en el escenario presidencial son groserías y amenazas. Daniel Quintero, exalcalde de Medellín, y Abelardo de la Espriella, abogado y aspirante político, protagonizan una bochornosa disputa que en nada enriquece el debate nacional.

“Los mandamos a la mierda”, lanzó Quintero. “Los extirpamos”, respondió De la Espriella. En un país herido por la polarización y la violencia, esta escalada verbal no solo es una vergüenza, sino una irresponsabilidad frente a la ciudadanía que espera soluciones, no espectáculos.

Las redes sociales se han convertido en el nuevo campo de batalla de los liderazgos políticos enfrentados. Mientras los colombianos esperan propuestas frente a la crisis económica, la inseguridad o la salud, lo que reciben a diario son insultos, burlas y ataques personales entre figuras de la izquierda y la derecha. Líderes como Gustavo Bolívar, Francia Márquez, María Fernanda Cabal, Miguel Polo Polo, y el propio Abelardo de la Espriella, usan sus cuentas para alimentar la confrontación con mensajes cargados de ironía, odio y desprecio hacia el contradictor.

Las discusiones, lejos de elevar el nivel del debate, se degradan hasta parecer peleas de esquina, donde se cruzan calificativos como “corruptos”, “narcoizquierda”, “fachos” o “vende patria”. Todo esto, en medio de una audiencia polarizada que aplaude, ataca o comparte sin cuestionar. En vez de argumentos, lo que se impone es la violencia verbal y la construcción de enemigos, no de alternativas.