Dos colombianos mueren tras ser derribada avioneta por la Fuerza Armada venezolana

Una avioneta privada, tipo Cessna 310 con matrícula XBRED, fue interceptada y destruida por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el estado Apure, Venezuela, dejando dos colombianos muertos y una cadena de interrogantes que cruzan los límites del Caribe y los despachos de inteligencia regional.

El hecho ocurrió cuando la aeronave ingresó sin autorización al espacio aéreo venezolano y aterrizó en una pista clandestina del municipio Rómulo Gallegos. Minutos después del operativo militar, el avión estalló en llamas y quedó completamente destruido.

El general Domingo Hernández Lárez, jefe del Comando Estratégico Operacional de la FANB, aseguró que el vuelo provenía del Caribe y violó las normas internacionales de aviación, lo que motivó la acción de defensa aérea.

Sin embargo, los detalles del caso abren un nuevo frente de sospechas. Investigaciones internacionales revelaron que la avioneta había estado inmovilizada en Bonaire durante varios meses por fallas técnicas. Recibió un permiso temporal para un vuelo de prueba, pero en lugar de cumplir la ruta aprobada, se desvió hacia el sur y apagó su transpondedor, impidiendo su rastreo.

Fuentes en Curazao confirmaron que el despegue generó alarma entre las autoridades locales, que aún intentan establecer cómo la aeronave logró salir de la isla pese a la orden de restricción que pesaba sobre ella.

Este nuevo incidente ocurre en un contexto de máxima tensión militar en la frontera binacional. Mientras Caracas denuncia una supuesta “campaña internacional para justificar una intervención”, Washington mantiene maniobras militares en el Caribe bajo el argumento de frenar el narcotráfico.

El episodio del Cessna 310 no solo revive las fricciones entre ambos gobiernos, sino que refuerza el misterio sobre lo que realmente transportaba la avioneta y quién estaba detrás de su peligroso desvío hacia territorio venezolano.