No permitiremos que Maduro meta sus manos en #Colombia: María Fernández Cabal

Lo que el Gobierno Nacional ha presentado como un acuerdo de cooperación con Venezuela es, según sectores opositores, una preocupante entrega de la soberanía en la frontera. El llamado “pacto binacional” entre el presidente Gustavo Petro y el régimen de Nicolás Maduro está siendo calificado como una claudicación, más que un avance diplomático.

Mientras el Gobierno colombiano celebra lo que califica como un “hito diplomático”, sectores de la oposición denuncian una peligrosa entrega de la soberanía nacional. La senadora María Fernanda Cabal encendió las alarmas tras la firma de un memorando de entendimiento entre Colombia y Venezuela, que establece la creación de una Zona Binacional de Paz, Unión y Desarrollo Integral en la región fronteriza.

Para Cabal, este pacto no representa una oportunidad de desarrollo, sino una claudicación ante un régimen señalado internacionalmente por crímenes de lesa humanidad. “Es la entrega de nuestra frontera a un dictador que convirtió a Venezuela en santuario del narcotráfico y el crimen organizado. No permitiremos que Maduro meta sus manos en Colombia para expandir el Cartel de los Soles y proteger a sus aliados criminales”, sentenció.

El acuerdo, firmado el pasado jueves en Caracas, incluye a los estados venezolanos de Táchira y Zulia, y al departamento de Norte de Santander en Colombia. La zona busca fortalecer el comercio, la industria, el turismo y el transporte, y fue presentada como un “paso histórico” por el canciller venezolano Yván Gil.

Gil afirmó que la zona también impulsará las exportaciones hacia países andinos y del Caribe, en medio de un proceso que contempla la creación de una arquitectura jurídica conjunta para atraer inversión. A su lado, Delcy Rodríguez, vicepresidenta venezolana, y Diana Marcela Morales, ministra de Comercio de Colombia, firmaron el acuerdo, destacando su impacto positivo en sectores agroalimentarios, energéticos e industriales.

Pero para la senadora Cabal y otros sectores críticos, el trasfondo es mucho más inquietante: “La seguridad nacional no puede sacrificarse por afinidades ideológicas. Este no es un acuerdo comercial: es un caballo de Troya que pone en riesgo la estabilidad del país y blanquea a un régimen acusado de proteger redes criminales transnacionales”, advirtió.

Incluso Alfredo Saade, jefe de gabinete de Gustavo Petro, se sumó a la narrativa simbólica, afirmando que este acuerdo es parte del “sueño de Bolívar, de Chávez, de Maduro y de Petro”, lo que para los opositores confirma el alineamiento ideológico que preocupa desde hace meses a sectores políticos y ciudadanos en la zona de frontera.

La creación de esta Zona Binacional de Paz ha generado división: mientras el Gobierno la presenta como una herramienta de desarrollo e integración regional, para la oposición representa una peligrosa concesión que normaliza y fortalece los vínculos con una dictadura señalada por la comunidad internacional.

OTRAS REACCCIONES

“La frontera no se negocia con dictadores”, afirman críticos que acusan al mandatario colombiano de legitimar a un líder señalado por crímenes de lesa humanidad y de haber convertido a Venezuela en un santuario del narcotráfico y del crimen organizado.