A través de la resolución 9407 del 8 de agosto, el ministerio declaró urgencia manifiesta y prorrogó de manera directa el contrato con Thomas Greg & Sons, empresa que continuará emitiendo y personalizando libretas hasta el 30 de abril de 2026, mientras la Imprenta Nacional se prepara para asumir el proceso.
El Gobierno de Gustavo Petro había prometido que desde septiembre la producción quedaría en manos estatales, pero un informe técnico de la Procuraduría reveló que la Imprenta aún no tiene capacidad instalada para responder a la demanda. Ante el riesgo de colapso en el servicio, el Ejecutivo optó por mantener al contratista privado.
La decisión significa que la compañía seguirá manejando uno de los contratos más polémicos del país, señalado por la oposición como símbolo de la dependencia estatal frente a privados. Aun así, la Cancillería defendió la medida como la única salida para “garantizar la continuidad y seguridad en la expedición de pasaportes”.
En paralelo, la resolución ordena que el contrato sea remitido a la Contraloría para control fiscal. Así, aunque el Gobierno insiste en que la meta es estatizar el proceso en 2026, por ahora la realidad obliga a mantener a Thomas Greg como operador del documento más solicitado por los colombianos.
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