Así va la iniciativa del congreso de declarar al Río Pamplonita como sujeto de derechos para salvarlo del ecocidio

El río Pamplonita, símbolo natural de Norte de Santander y fuente vital para miles de personas, podría recibir pronto el mayor blindaje jurídico de su historia: convertirse en sujeto de derechos. Así lo plantea el proyecto de ley 012-2025C, radicado en el Congreso y que pretende garantizarle protección legal, restauración y defensa frente a décadas de abandono y contaminación.

La propuesta, impulsada por la Sociedad de Amigos de Norte de Santander y presentada formalmente por el representante Juan Carlos Lozada, busca un giro ético y jurídico en la relación entre el Estado, las comunidades y este importante afluente que desemboca en el Golfo de Maracaibo. De aprobarse, el río Pamplonita obtendría derechos similares a los de los seres humanos: fluir libremente, existir, regenerarse, mantener su biodiversidad, no ser contaminado y ser restaurado en caso de daño.

Uno de los elementos más innovadores es la creación de los Guardianes del Río Pamplonita, una figura que permitirá a cualquier ciudadano —incluso menores de edad— declararse defensor voluntario y protegerlo de amenazas ambientales. Este cuerpo de guardianes será coordinado por el Ministerio de Ambiente, Corponor y representantes de los municipios ribereños.

La iniciativa nació tras la denuncia ciudadana de la grave situación del río y se nutrirá con audiencias públicas en Bogotá, Cúcuta y Pamplona. Ambientalistas y académicos aplauden el proyecto. Antonio Ríos, del Centro de Pensamiento Pro Cúcuta, considera que es vital sincronizar esta ley con la inversión pública para recuperar al río de manera integral.

Ramón Elías Támara, ambientalista cucuteño, advierte que proteger el Pamplonita es, en realidad, proteger la vida misma.

Expertos como Ricardo Motta, profesor y autor de estudios sobre derechos de la naturaleza, recuerdan que declarar al Pamplonita sujeto de derechos permitiría su defensa incluso a nivel internacional, dado que su cuenca es binacional y abarca territorio venezolano.

Sergio Montañés, director de la Fundación Mi Río, resaltó la urgencia de que el río “tenga dolientes” legales y ciudadanos, porque la responsabilidad de preservarlo recae sobre toda la población.

¿Qué significa que un río sea sujeto de derechos?

Cuando decimos que el río Pamplonita podría convertirse en sujeto de derechos, hablamos de un cambio profundo en la forma en que lo tratamos: ya no se vería como una simple “cosa” que podemos usar o dañar sin consecuencias, sino como un ser vivo con derechos propios, similares a los de una persona.

Esto implica que el río tendría el derecho a existir, a fluir, a no ser contaminado, a mantenerse limpio y sano, y sobre todo, a ser defendido legalmente si alguien lo pone en riesgo.

Así como una persona puede ser representada por un abogado en un juicio, el río también podría tener una representación legal: una entidad o personas encargadas de cuidarlo, hablar en su nombre y denunciar si está siendo destruido o contaminado.

Esta figura busca darle voz a la naturaleza, y protegerla con leyes y sanciones claras. No es un tema simbólico: ya se ha hecho en otros lugares como con el río Atrato en Colombia o el río Whanganui en Nueva Zelanda, y ha servido para frenar su destrucción.

En resumen, declarar al río Pamplonita como sujeto de derechos es reconocer que el agua, la biodiversidad y los ecosistemas también tienen valor por sí mismos, no solo por lo que nos dan a los humanos.